El vapor sube. Los peatones circulan. La plaza central se llena paulatinamente. Los árboles hacen sombra mientras se contempla la fuente que da frescura al ambiente. Cuando algunos caminan, otros trotan o simplemente hablan y tratan de pasar el momento con algo fresco, de repente el panorama cambia. La imagen del sitio público tradicional se ve transformada por un fenómeno: los jóvenes tucumanos que presentan una nueva apuesta para lo normalmente conocido, el skate.
Entre trucos, caídas y golpes, ellos perfeccionan su rutina. Los adultos observan con asombro la cantidad de jóvenes que invaden la plaza, y los niños los colores llamativos de los skates. Los skaters se esfuerzan por hacer ver una nueva imagen del deporte, básicamente urbano.
Esta afición que nació en la década de los 40, parece dominar hoy a los jóvenes de la provincia. Consiste en deslizarse en una tabla con cuatro ruedas realizando trucos, piruetas y figuras llamativas.
Por su carácter de urbano, aparecen conflictos entre transeúntes y practicantes. Muchas veces estos grupos son criticados en relación a los daños que puedan causar, ya sea con respecto a las personas que están en el lugar y/o por las roturas que también pueden producir a la infraestructura del espacio público.
José, vendedor ambulante, respondió ante la pregunta sobre qué piensa acerca de la práctica de skate en las plazas. “Yo vi que, por ejemplo, la Independencia se arregló muchas veces y con cada movimiento brusco que hacen rompen el piso. Creo que lo que tienen que hacer es buscar la forma de construir algo especial para estos jóvenes.”
Aldana Martínez, practicante de skate, dijo: “nosotros practicamos en plaza Independencia porque cuando remodelaron la Urquiza no dejaban patinar a nadie, y aun hoy siempre hay alguien que te reta y te dice que dejés de romper la plaza. Lo ideal sería que hagan un parque de patinaje. Hace poco hicieron uno en avenida Mate de Luna, pero no está bien hecho; se te gastan los rulemanes de las ruedas. En realidad hay otro parque de patinaje pero es privado, no es muy céntrico y no todos tienen la posibilidad de usarlo”.
María Eugenia -maestra jubilada- nos expresó su punto de vista ante esta cuestión, planteando una posible solución. “Yo opino que no tienen que estar en una plaza pública, donde traemos a los más chicos ya que los ponen en riesgo. La culpa es del Municipio, del Gobierno, por no darles un lugar accesible. Tiene que haber un espacio céntrico donde halla rampas para que puedan estar tranquilos sin perturbar a los demás, porque en definitiva es una forma de entretenimiento sano para la juventud de hoy. Una posible solución sería solicitar la ocupación del predio cedido a la Catedral por parte del gobierno provincial. En años anteriores ese era un espacio público amplio, que hoy puede ser explotado con el fin de darles un lugar a los que practican este deporte.”
Los jóvenes necesitan expresarse de alguna manera, y muchos de ellos eligieron hacerlo con su skate. Por más que invadan las plazas y los espacios públicos, están conscientes de la incomodidad que producen a los demás. Una solución sería un amplio parque de skate, céntrico y bien equipado. Sería una buena inversión para evitar gastos mayores.
Los skaters quieren su lugar, para hacer un deporte que llegó para quedarse. Pero la pregunta que se impone por estos días es ¿dónde?
Integrantes: Trabajamos en este informe Marcos Campos, Franco Resanovich, Rodrigo Soria y Daiana Escobar.